lunes, 2 de noviembre de 2009

EL MISTERIO DE CIERTOS ESPACIOS - MARIE MADELEINE DAVY ( IV )



EL CORAZÓN VIGILANTE

Los lugares habitados por el Espíritu no podrían emitir distinciones entre los seres. Ellos ofrecen lo que ellos encierran y cada uno se sirve según su apetito. Se pueden también compararlos a las campanas, a los gongs formulando una llamada. Respondiendo a la invitación, uno acude; uno se dirige hacia... Las respuestas serán diversas.

Existen espacios que se mantienen en estado de vigilia a la manera de un corazón del que una de sus funciones es la de estar vigilante. Estos lugares sobre los cuales planea el misterio, como el pájaro cubriendo con sus alas el huevo del mundo, son doblemente en estado de atención. Por una parte, parecen contener un secreto. Por otra, desean revelarlo. A la espera de dar, dichosos en su prodigalidad totalmente gratuita, ellos desean que se les visite con el fin de ejercer su amor. Su generosidad no podría empobrecerlos. La cisterna demasiado llena desborda y el vacío engendrado permite recibir un aporte nuevo.